ORQUESTA SINFONICA DE PANGUIPULLI REGRESO DE GIRA

En medio de los abrazos de sus familiares y amigos retornaron a la ciudad, el día de hoy, los miembros de la Orquesta Sinfónica de Panguipulli. La delegación compuesta de músicos, padres y apoderados llegó  a la ciudad, en tres buses, hoy, alrededor de las 13:30 horas, descendiendo en el frontis de La Casona Cultural.El cansancio del viaje era evidente en los rostros, al igual que la alegría por volver a casa.Los músicos tienen un cierre de fin de año con al menos dos conciertos más. Harán  un concierto a beneficio del Comedor Solidario, prontamente, y recibieron invitación a para tocar en Valdivia, en la Casa Prochelle, hecha por el Consejo Regional de Los Ríos

director

Alexander Sepúlveda, Director de la Orquesta Sinfónica de Panguipulli: Vivimos varias experiencias, viajar 1.300 kilómetros con cerca de 120 personas es una actividad que desgasta mucho, pero a la vez trae muchos beneficios. Los Niños compartieron con orquestas de La Serena y Los Vilos… Continuamos viaje, para hacer un encuentro de Orquestas en Maipú, donde nos juntamos con la Orquesta Juvenil de Maipú y la Orquesta Juvenil de San Francisco de Mostazal, tocamos en la plaza de Maipú con las tres Orquestas, interpretando solas y en conjunto. Ayer cerramos la gira con dos conciertos, uno educacional y el otro donde tuvimos la oportunidad de tocar con el coro de La Universidad Católica Silva Henríquez y el Coro de niños del Colegio Frankfort de San Joaquín, es súper relevante, porque es la primera vez que la mayoría de los chicos tocan junto a un coro, es otra disciplina, distinta, y a la vez fue muy nutritivo. Toda esta gira, de tocar en la periferia de la Serena, en un colegio que tiene escuela artística, compartir con músicos de Santiago, compartir espacios culturales como en Los Vilos, ir a un museo, tocar en un teatro de primera calidad, en Las Condes, sólo nos traen buenos créditos, sólo nos traen mayor proyección. Estos músicos, el día de mañana van a seguir creciendo, porque vieron que más allá de La Casona Cultural, o de su Orquesta de residencia, hay espacios, hay gente que está haciendo la misma actividad que ellos y, comparativamente, no están al debe de lo que está pasando. Se vienen con “el pecho bien inflado” y con ganas de seguir ensayando.